Friday, February 22, 2008

El ojo y la pluma que retrataron Buenos Aires

Los porteños, poco acostumbrados a mirar hacia arriba, casi no notan los balcones, las columnas, las cúpulas o las agujas que hacen de Buenos Aires una ciudad única, con un patrimonio cultural y arquitectónico invaluable. De eso, justamente, se encargaron Xavier Verstraeten y Fabio Grementieri: de mostrar lo que todos ven pero nadie observa. Juntos elaboraron el libro "Buenos Aires, Arquitectura y Patrimonio", un variado recorrido cronológico y estilístico que retrata lugares significativos y valiosos que distinguen a la ciudad.

"Sobre Buenos Aires hay muchos libros. Pero nos pareció que faltaba uno desde el punto de vista arquitectónico", cuenta Verstraeten, 41 años, fotógrafo graduado en el Brooks Institute of Photography. "No nos damos cuenta, pero tenemos un conjunto de edificios monumentales que merecen ser tratados como los monumentos mayores que hay en Europa", observa Grementieri, 39 años, arquitecto recibido en la Universidad de Buenos Aires.

OCHO DECADAS ATRAS. En 1924, el belga Francois Pierre Verstraeten, abuelo de Xavier, filmó los principales edificios, paseos y avenidas de Buenos Aires para que sus familiares y amigos de Europa conocieran la ciudad donde había elegido vivir. Esa fue otra de las motivaciones: continuar, casi ocho décadas después, con aquella obra.

El libro demandó un año completo de trabajo. En el medio, varias complicaciones: permisos que no se daban, contextos adversos para fotografiar. Y, encima, el corralito atrapó a Verstraeten, que además de fotógrafo es editor de libros visuales desde hace 10 años, en plena etapa de impresión.

Muchas de las construcciones que aparecen en el libro son de uso público; recorrerlas está al alcance de cualquiera. Pero la mayoría de los palacios, que nacieron como lujosas residencias de familias aristocráticas, son poco menos que inaccesibles. Para Grementieri, ahí es donde la cámara de Verstraeten permite espiar detalles, interiores, decoraciones. "La mirada de Xavier con la fotografía es la de un conservador. No busca reciclar la pieza sino descubrir todos los valores de su autenticidad y de su integridad".

El fotógrafo, en tanto, cree que "hoy se exportan las cacerolas y todo lo malo", y que hace falta mostrar lo bueno que la ciudad tiene para ofrecer. Desde el período Colonial hasta el Posmodernismo, el libro recorre todos los estilos arquitectónico que presenta la ciudad. Cuenta con un breve epígrafe para cada foto y una guía (en inglés y en castellano) que detalla todas las características de los edificios: el período en que fue construido, los ingenieros o arquitectos que participaron y la ubicación. Esta obra fue presentada en el mes de abril de 2001 en el Centro Cultural Borges. Por Andrés Fevrier para La Razón